sábado, 29 de septiembre de 2012

Análisis: Fez.


Desde que me enteré de la existencia de Fez allá por 2010 le he estado siguiendo la pista. Cada trailer que salía, cada gameplay, cada nueva noticia aumentaba mis expectativas. Admito que me puede el píxel gordo y Fez tiene mucho de eso, por suerte. Es un juego precioso y la mecánica es relativamente original, pero estoy decepcionado.  Probablemente fui víctima del hype.

 A ver, Fez es un juego de plataformas basado en el control de las perspectivas. Con pulsar un botón cambiaremos el punto de vista descubriendo así nuevas formas de avanzar por los distintos niveles mientras recolectamos una especie de cubos que nos permitirán más adelante descubrir nuevas zonas. Fez tiene una jugabilidad fluida y fácil de dominar, haciendo que los primeros minutos de juego sean bastante agradables y frescos.  

Gráficamente es puro amor, eso es innegable.
Las dimensiones, las perspectivas y demás no son nuevas para el mundo de los videojuegos. Sin ir más lejos, las dos entregas de Portal son grandes nombres del género plataformero de estos tiempos y se sustenta en el uso de portales dimensionales para resolver puzzles y avanzar, al igual que Fez, hace uso de la posición y los planos como medio. También recuerdo las dos entregas de Echochrome para PSP, con quizás un concepto más cercano a Fez y además con el mismo lastre: Se queda sin recursos rápidamente.

Puede que esto se note más en el juego de Polytron ya que su propuesta distendida da pie a que los puzzles no supongan un gran reto en la mayoría de los casos y la curva de dificultad es, ciertamente, muy poco pronunciada a pesar de momentos concretos que sí plantean situaciones más complejas y en las que es necesario usar la cabeza y la habilidad con los cambios de visión de 90º. Esto unido a su corta duración (en cierto modo comprensible dada su concepción como juego descargable) convierte la experiencia en algo que podría haber sido más y se quedó en el camino. No sabe aprovechar sus capacidades aunque, en ocasiones, tenga buenos momentos.

Fez se organiza mediante pantallas conectadas entre sí desbloqueables mediante la recolección de cubos, permitiéndonos en todo momento volver atrás para abrir puertas que antes no podíamos o descubrir secretos que se nos pasaron por alto. Aquí viene lo peor con diferencia de Fez: es un infierno orientarse y volver a puntos concretos del universo.

El mapa te da una vaga idea de dónde estás, pero a la hora de la verdad es meramente anecdótica su existencia pues es más útil la intuición del jugador en según qué lugares y es común equivocarse de puerta y viajar a sitios que no queremos, teniendo que repetir el proceso de backtracking para llegar al lugar deseado, un verdadero coñazo.

Artísticamente es impecable.
 Todo esto es una pena, porque el juego brilla en el apartado artístico, destaca tanto gráficamente como en su apartado sonoro. Su estética retro, detallista y cargada de vida y color conjuga una apariencia muy concreta que crea un mundo espectacular que invita a ser admirado en todo momento. Tiene una serie de detalles muy buenos, como el diseño de algunos interiores, el paso de la noche al día o mismamente los mapas en sí. Fez también goza de una banda sonora ambiental con, en ocasiones, melodías pegadizas que conjuntan perfectamente con la atmósfera del juego. Si bien la música no es épica ni está cargada de arreglos o composiciones enrevesadas, no lo necesita en ningún momento, cumple con creces.

A lo mejor es culpa mía por perder las bragas cuando me ponen delante píxeles de colores, pero tratándose de un proyecto relativamente ambicioso esperaba estar ante un nuevo referente en el género, no encontrarme con un juego majete y punto.

Entonces, ¿en qué queda todo? Pues queda en que Fez es un juego atractivo, mucho, con una mecánica fresca y accesible pero que, por desgracia, no explota todo su potencial. Su principal baza, que debería ser la resolución de puzzles utilizando cambios de perspectiva, se agota enseguida y, junto a problemas como el saber hacia dónde nos dirigimos, hace que su aspecto jugable sea poco más que decente, algo negativo para un juego del género. Obviamente, la trama es simple y plana, y sirve para poco más que contextualizar el juego, pero es lo de menos en un plataformas de este tipo. Además, 800mp (unos 12 € al cambio) me parecen demasiados para algo que da la sensación de necesitar un poco más de trabajo. Aún así, es buena compra si buscas un juego de puzzles y plataformas ligero y agradable y eres consciente de los fallos dichos anteriormente. Es bueno, pero me esperaba algo muy notable y, desde luego, Fez no lo es.


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