sábado, 29 de septiembre de 2012

Crítica: Elfen Lied.



Más allá del anime genérico, aquel dónde todo es felicidad y el bueno siempre se queda con la chica están los que, por decirlo de alguna forma, son más oscuros. Gore justificado y tintes psicológicos, un anime que no abusa pero tampoco se queda corto. Elfen Lied es un ejemplo.

Sí, ya sé que llego un poco tarde, pero como aquí todos vamos por libre, escribo lo que me pide el coñEl alma. Allá voy.

De la mano de Arms (estudio conocido por haber hecho Ikki Tōsen y poco más), Elfen Lied nos trae una historia atípica, no así exenta de situaciones clásicas (acoger personas desconocidas y tratarlas como amigos de toda la vida. En fin, cosas del anime).

Elfen Lied presenta una especie ficticia, los diclonius, humanoides con dos pequeños cuernos parecidos a las orejas de un gato (kawaii&stuff) y con extraños poderes telequinéticos capaces de dejar como taquitos de tofu a cualquiera que se le acerque.

En unas instalaciones científicas de máxima seguridad, una chica diclonius ataviada únicamente con un casco (Insisto, solo un casco), trata de escapar deshaciéndose sin aparente esfuerzo y con excesiva violencia de las fuerzas de seguridad que intentan detenerla. Gore intenso y sin concesiones. Justo antes de verse en la plena libertad es alcanzada por un proyectil que impacta en su casco, dejándola inconsciente y cayendo al mar. Logra apañarse para llegar a una playa cercana, donde es recogida por Köta y Yuka, los cuales no dudan en llevársela a su casa, como quien se encuentra un gatito desvalido. Debido al impacto, pierde la memoria y la capacidad de hablar, siendo sólo capaz de decir "Nyu", por lo que ambos jóvenes deciden llamarla así (un toque muy de Chobits). A partir de ahí, la protagonista desarrolla una doble personalidad: una inocente e indefensa Nyu, y una sangrienta y despiadada Lucy. Hasta aquí la introducción. Un buen comienzo, pero lo mejor está por llegar.

A lo largo de la serie se hace hincapié en el perfil psicológico de los personajes, en su duro pasado y sus traumas, mostrando la profundidad que podía haber conseguido la serie y que aunque no se desarrolló por completo supo ser más que suficiente. Cada personaje tiene una personalidad muy marcada, caracterizada por diversos desórdenes mentales dignos de los mejores trabajos de Sigmund Freud. Todo ello plasmado con un marcado contraste de emociones en un contexto violento, romances prohibidos y momentos dramáticos.

En el aspecto musical la utilización de melodías clásicas logra una buena ambientación. Concretamente, es digno de mencionar el protagonismo que cobra en la obra la presencia de una melodía particular fácil de identificar debido a las connotaciones que trae consigo. Un elemento que, lejos de ser meramente icónico, influye en la trama y en las relaciones de los personajes.
El dibujo es bueno y mejora según avanza el anime, al igual que en el manga. La animación es más que excelente incluso en las escenas rápidas o de acción. No se puede decir que flojee en estos aspectos.

Traumas 24/7

En definitiva, podemos resumir Elfen Lied como un anime más que recomendable, donde se plasma un elenco de personajes únicos y cruelmente unidos por casualidades del destino, dónde el espectador tiene cabida para reflexionar y ahondar sobre los temas presentados. Todo ello disfrazado elegantemente de serie gore. Si no recibe un sobresaliente (yo le pondría un 8,5 pero los decimales son para nenitas aquí no usamos decimales) es por el abrupto final que, todo hay que decirlo, deja al espectador con mal cuerpo, así como por ciertas escenas que resultan algo forzadas. Te puede gustar o no, pero lo que está claro es que no es un anime habitual. Respétalo. O te mato.


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