jueves, 4 de octubre de 2012

El anime es una mierda.



Todo él. Todo el puto mundo del manga es una mierda, y eso es así, no hay vuelta de hoja. El género está prostituido, cada vez hay más negocio y menos arte. Estamos hasta la polla de payasos que se creen japoneses por llevar Mokonas colgando del móvil y conocen poco más que las tonterías de moda en según qué momento. El sector del anime es, a día de hoy, tan insustancial como el de la música.

Tan solo con ver los especímenes que habitan los foros dedicados al asunto, esas cavernas de fanboys y niñatos con criterio aún por definir, uno se da cuenta de que lo que gusta, lo que vende, es insufrible si se tienen dos dedos de frente. La gente sigue tragándose la puta misma mierda mes sí, mes también.
El sigilo ninja hay que pulirlo un poco, ¿no?

El ejemplo cúspide de ello es el shönen, tan sobreexplotado que ya ha perdido toda la frescura que tuvo en su momento, llegando al punto de no tener nada nuevo que ofrecer. Naruto, One Piece, Blue Exorcist, Bleach, Fairy Tail etc., todas giran alrededor del mismo concepto sudado y desnutrido, y ahí siguen, vendiendo y vendiendo chapitas de Luffy y bandanas de Konoha.

Parémonos un instante en analizar la imagen principal de estos animes: el protagonista. Piensa en éstos términos: palurdo, de buen corazón, torpe y con un poder especial que lo diferencia de la mayoría. Y en cuanto el malo de turno haga acto de presencia, la joven estrella no tardará en demostrar que su polla es más larga y más gorda. Eso sí, "con entrenamiento, dedicación, y el poder de la amistad". En lineas generales, acabamos de encasillar al 80% de los protagonistas de los shōnens populares.

Es el negocio del auto-plagio, del cliché como motivación y la mala costumbre de darle al lector lo que no le cansa, lo que siempre disfruta, aunque sea la misma cantinela una y otra vez. Es como si se empleara la misma fórmula matemática, martirizando todo lo que rompa con los esquemas a los que están acostumbrados

Nos cagamos en el anime popular contextualizado en institutos. En la mierda de héroes elegidos por el destino. En las escenas con braguitas y en putas con disfraces kawaii. Y, con mucha fuerza, nos cagamos en los putos fanáticos.

Entonces... ¿cuánto te costó esa mierda?
Son como cucarachas, en cuanto tienen la oportunidad se reúnen en salones del manga a perder el tiempo y a consumir basura. Allá cada uno con sus gustos, cada cual que emplee su tiempo como quiera, pero a los que nos interesan otras facetas del mundillo nos molesta mucho que en este tipo de eventos no tengan acogida obras más underground. De hecho te retamos a que busques en la feria más cercana un misero llaverito de GUNxSWORD, por ejemplo. Eso sí, de bobitos con orejas de gato comiendo ramen de gambas con el precio por las nubes está a reventar. Y lo peor es que con eso y el Para-Para ya se creen más japoneses que el karate.

No tienen cultura, ese es el problema, y no sé de quién es la culpa pero parece que no saben ir más allá. Son simplones y se contentan con poco.

El manga está matando el manga, o más bien se lo está cargando el negocio tras ello. Y es que claro, con todo esto las empresas se relamen porque es ridículamente fácil sacar un producto que satisfaga las necesidades del público. Por ende, cuesta encontrar propuestas arriesgadas y originales que reciban el éxito que merecen. Gankutsuö, Shigurui, Mushi-shi, Bartender y muchos más están en ese rincón alejado de las herramientas de marketing que son las obras comerciales, marginados por el mero hecho de confirmar la excepción. Eso sí, la mierda de Bleach tiene hasta películas.

Llegados a este punto cabe preguntarse si hay esperanzas para salvar el poco buen gusto que le queda a la industria. Nosotros creemos que si las obras menos al uso no reciben el apoyo que necesitan nunca va a triunfar el anime de calidad. Y esto no tiene pinta de pasar a corto plazo, nosotros vemos el futuro muy negro.

Y esta es, más o menos, nuestra visión del mundo del manga moderno. No se valora el talento, no interesa tener aptitudes, aquí solo importa el dinero. La ignorancia está pervirtiendo un arte que agoniza.

8 comentarios:

  1. Muy muy bien traído el concepto del artículo, yo no estoy muy al tanto del mundo del anime en general pero comprendo bien el concepto que quieres describir y es desde luego lo que parece desde fuera, y tal y como dices tiene mucha pinta de parecerse a lo que esta pasando con la música.

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  2. Vaaale, ahora te capto xD. Es cierto y es lo que pasa con todo, es mucho mejor lo simple, lo que no te haga pensar y dar algo de ti para completar la obra. Que tampoco está mal, lo malo es cuando todas las obras que consumas de este campo del ocio sean así.

    P.D: Yo he llevado orejas de gato, y las tengo, que joder, un Salón es en el único sitio donde las puedo llevar ;__; xDD

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  3. Bueno eso es cierto, cada vez que un arte se convierte en interes de masas, el extremocapitalismo siempre va a querer sacar provecho de este a cualquier costo,lo que provoca que se desgaste y se cree material mas light, eso siempre ha ocurrido tanto con la musica , el cine hasta podria decirse que la literatura.

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  4. Eso es lo que hemos tratado de decirle a los otakus todo el tiempo pero su estrecha mente no lo comprende.

    POSTDATA>90% del anime actual es basura.

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  5. siel arte esmierda lasociedad esmierda el arte es in reflejo de lasocieda ecuando el arte este totalmente muerto sera el principie de el fidela sociedad humana

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  6. Tienes toda la razón. Yo también pienso que incluso con formulas manidas como la del héroe se le pudiesen dar mejores vueltas de hoja al guion, el problema base es que todo lo que viene de Japón, o la inmensa mayoría refleja su cultura, traumas, machismo y un sinfín de roles que no nos representan, por lo tanto no puedes sentirte a gusto ni reflejado por un personaje, por ejemplo reprimido cobarde que no le da ni medio beso a la chica de turno en decenas de capítulos. Irreal y absurdo para el occidental. Y eso es solo un ejemplo de cientos. Saludos

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