PES 2013 vs. FIFA 13: El fútbol a prueba.

Los máximos rivales en lo que a juegos de fútbol se refiere vuelven a la carga. En Bocadillo de Agumon los hemos probado, y aquí están mis impresiones.

Una cosa es cierta, la guerra entre FIFA y PES ha sido a lo largo de los años un tema candente en la industria del videojuego a pesar de que, en mi opinión, la balanza se haya decantado más hacia el juego de EA Sports. Tanto FIFA como PES intentan este año asestar otro golpe a su contrincante, cada uno ofreciendo mejoras significativas en su jugabilidad y sistema de juego, ambos haciendo hincapié en subir un nuevo nivel en lo que respecta al control de los jugadores.

En el aspecto gráfico, podemos intuir que la mejora de PES 2012 a 2013 es más significativa que la de su némesis. Se nota que PES ha elevado su calidad en el modelado de los jugadores así como sus movimientos. Un cambio que lo acerca a FIFA, pero que no es suficiente para igualarlo. Su rival, por otra parte, continúa al nivel de lo esperado, aunque en lo que se refiere a la ambientación y al graderío sigue por detrás del Pro.

¡GOOOOOOL! ¡Bésame bandido!

Pero como todos sabemos, EA y Konami también, limitarse a mejorar los aspectos gráficos del juego año tras año sería lo cómodo y lo fácil. Lo interesante está en lo que se esconde debajo.

Más allá de las evidentes diferencias entre juegos, lo cuál ha sido así desde siempre, ambas desarrolladoras hacen notar ese avance en la jugabilidad que tanto prometían.

El manejo del pase del PES es más libre, más fiel y fluido que su antecesor. Con los disparos pasa lo mismo. A pesar de ello, sigue flojeando el movimiento poco flexible de los jugadores, que lejos de parecerse a la realidad, muestra movimientos toscos, así como entradas y reacciones menos realistas que en el FIFA. El control defensivo no presenta cambios importantes respecto al año pasado, según parece. La IA de los jugadores también progresa, aunque sea a ratos extraña, tanto defendiendo como atacando. Aún mejorable.
 

Estoy trishte :(

Por contraparte, el nuevo motor de impactos (o, como me gustaba llamarlo por sus enormes bugs, motor de combustión) y el sistema de control del FIFA lucen un notable progreso. Los jugadores son más realistas a la hora de interactuar con el balón y con el resto de futbolistas. La forma de moverse por el campo y de recibir un pase ahora no es tan perfecta como antaño, lo cuál añade realismo. Además, lucen una IA que hace que esos 10-15 minutos de partido sean un frenesí de fútbol. Aún así, la curva de dificultad entre el control táctico y el clásico de la defensa puede ser demasiado drástica, lo que implica que los recién llegados tardarán en dominar con soltura ambos sistemas de juego.

Ya con esto puedo afirmar que el FIFA ofrece una experiencia de juego más completa.

¡Censura! ¡Quiero tetas!

Llegados a este punto, es hora de puntualizar los diferentes enfoques de ambas entregas. Mientras que PES da una impresión de juego más cercano al fútbol real, esto no puede ser posible en una partida normal de 10 minutos, ya que está diseñado para aparentar un partido de 90, con su correspondiente lentitud. Una partida normal no es suficiente para explotar las características de la saga. Por el contrario, FIFA es consciente de que estamos ante todo delante de un videojuego, por lo que nos ofrece esos 90 minutos concentrados de una manera más atractiva y amena, aunque sin rechazar la esencia del fútbol.

Diseñados con diferente mentalidad, pero con un mismo objetivo, ambos simuladores son dignos ejemplares que agradarán tanto a Peseros como a Fiferos este año. PES vs. FIFA. Cristiano vs. Messi. Yo tengo mi opinión clara. Comienza el partido.