Autores: Hideshi Hino, el maestro grotesco.

Hideshi Hino es, a grandes rasgos, uno de los máximos exponentes del género de horror no solo en el mundo del manga sino en general. Desde su debut en los años 70 con La Enfermedad de Zoroku hasta el día de hoy, Hino se ha labrado una trayectoria brillante convirtiéndose en un autor de culto. En mi opinión, el mejor en su campo.

Hideshi Hino tiene un peculiar estilo a la hora de crear sus obras, pues mientras las historietas suelen generar un ambiente de cuento, el contenido de las mismas suele estar plagado de pus, fistulas, seres grotescos y tristeza.

Su trazo clásico y personal no son más que una muestra del carácter de sus obras. De esta manera, Hino es capaz de conseguir que gusanos, malformaciones, lascivia o cadáveres (entre otras cosas) parezcan en cierto modo algo bello. Alcanza a reflejar una visión distinta a lo acostumbrado, sin matanzas injustificadas o ríos de sangre sin sentido, una suerte de pasajes violentos, tristes y oscuros descritos de forma mágica.

Siempre se pueden referenciar a artistas de calibre como Suehiro Maruo o Junji Ito a la hora de hablar de manga de horror, pero mientras estos ofrecen una perspectiva más cercana al gore clásico aún siendo grandes autores, Hideshi es siempre un sinónimo de originalidad y personalidad, y no es fácil  mantenerse así habiendo estado en el negocio durante más de 30 años.

"Regresemos a la dulce tiniebla..."

Llegados a este punto me gustaría hacer una breve reseña de Criatura Maldita, una historia autoconclusiva a la que le guardo especial cariño por ser la primera en llegar a mis manos y que nos va a servir de ejemplo para identificar una serie de rasgos característicos de la clase del autor.

"Todo lo que el mundo no quiere va a parar al triste cementerio del mundo, allí se extiende hasta el horizonte todo lo que para el mundo es extraño. En aquel cementerio horripilante alguien tiró una pequeña bolsa de basura. Al principio parecía que algo en su interior se movía, se escuchaban ruidos, pero poco a poco se fueron haciendo más débiles y el movimiento cesó. Y todo quedó en silencio... Era el bebé que había nacido con el trueno."

Tras ese planteamiento se desarrolla Criatura Maldita. Un bebé es abandonado en un vertedero el mismo día de su llegada al mundo. Un ser que, lejos de poder defenderse, es condenado a morir sin mayor argumento que su rareza. Muere al poco tiempo de ser despreciado en el interior de una bolsa de basura, aunque una nueva vida surge casi instantáneamente. Un trueno anuncia su renacimiento.

A partir de aquí, Hideshi nos describe como éste extraño ser sobrevive a base de ratas y refugios entre la basura, sin amor y entre la violencia de la supervivencia. Una tierna ignorancia sobre su propia existencia, perdido en el mundo. No obstante, un extraño sentimiento de añoranza despierta en el pequeño monstruo.

Es significativo de la mayoría de sus creaciones este tipo de sentimientos (Zoroku, El Niño Gusano etc.), esa compasión hacia unos seres que si bien son el horror en sí mismos no son más que fruto del miedo que los seres humanos tienen hacia lo que desconocen, hacia lo que está fuera de sus conceptos de belleza o normalidad.

No quiero contar nada más de Criatura Maldita por si alguien se anima a empezar por ahí (Each one, teach one. Me gustaría que alguien se atreviera tras este artículo), o si a pesar de conocer al autor no ha tenido la oportunidad de leerla.

También conviene decir que ha formado parte de dos entregas de la saga ultra-gore Guinea Pig, concretamente en La Sirena en la Alcantarilla (basada en un relato suyo y dirigida por él mismo) y en Flor de Carne y Sangre (dirección y guión), que ciertamente no son ni por asomo tan buenas como su obra escrita. Incluso a pesar de que uno de los filmes está basado en una historia propia, esta vez Hino no logra transmitir lo mismo que en su trabajo como mangaka. Es este uno de los puntos flacos del autor, de los pocos criticables, y es que su habilidad para el cine no es ni por asomo la misma que para el manga. Con suerte su coqueteo con el cine no va más allá.

En conclusión, estamos ante uno de los pilares fundamentales del desarrollo del género en Japón, que lejos de llenar tomos de gore gratuito y vulgar, tiene la capacidad de crear momentos intensamente emotivos en un mundo cruel, violento y grotesco empleando con maestría conceptos como el miedo, el rechazo por lo desconocido o la inocencia de aquel que no conoce el mundo que lo rechaza. Es agradar con lo desagradable.