viernes, 28 de septiembre de 2012

Crítica: Neon Genesis Evangelion.



Aprovechando el próximo estreno de Evangelion 3.0, la tercera parte del Rebuild of Evangelion, voy a tratar de analizar la serie original, mi anime favorito y todo un referente. No creo que pueda plasmar en una reseña todo lo que hay tras Neon Genesis Evangelion (Evangelion a secas a partir de ahora), pero merece la pena el esfuerzo. Podría empezar diciendo que más que una serie al uso es un ensayo audiovisual acerca de la psique humana. Podría decirte que estamos ante una experiencia metafísica oculta tras una premisa que no puede alejarse más del concepto y el objetivo de Evangelion. No es un simple anime de mechas, no es un anime de buenos contra malos, no es un anime convencional. Evangelion es mucho más.

Punto de partida, tiramos de Wikipedia: "La serie trata de un mundo futuro en el que una organización paramilitar llamada NERV protege a la humanidad de los ataques de unos seres de origen desconocido llamados «ángeles», usando para ello robots biomecánicos llamados «EVA». A medida que la serie avanza se torna más confusa y psicológica, en donde el desarrollo de los personajes y sus personalidades (miedos, deseos) es fundamental."  

Hasta aquí, bien ¿Verdad? Pues no. Quedarte con eso es como cenar con Jessica Nigri (desde aquí le mandamos un beso) y solo mirarle los ojos. Es como si la chica se hubiera pasado toda la tarde arreglándose, acicalándose para ti, como si llevara el vestido más provocador que pudieras imaginar y tu sólo aciertas a decirle: "Qué bonitos ojos tienes". Pues eso pasa con Evangelion.

Nos ponemos en situación. Imagínate al usuario medio del típico foro de manga y anime, llamémoslo "Uzumaki46" , bien. Una tarde cualquiera, hastiado ya de su capítulo semanal del shönen manga estrella del momento y sin ganas de jugar con su Jutsu preferido (Pornotube no Jutsu), nuestro amigo Uzumaki46 decide buscar algo nuevo, algo de robots gigantes dando leña, ya que nunca ha visto un anime de mechas. "¡Madre mía! Al Evangelion este lo nombran en todos los lados, ¡debe ser mejor que Dragon Ball! Es más, seguro que es hasta igual de bueno que Naruto.", diría el joven. Bien, lo descarga (en V.O.S.E., porque ante todo, nuestro Uzumaki46 es un auténtico hombre), se acomoda junto a su peluche de Gaara bajo el poster de Vegeta y empieza con lo que él cree que es una orgía de explosiones y badassery. "Bueno, un poco lento, pero los EVA esos molan", diría, levemente decepcionado. Pasan los días y los capítulos, y Uzumaki46 llega al ecuador de la serie (pongamos, por ejemplo, que termina de ver el capítulo 13). No está satisfecho. Las hostias están ahí, sí, y los robots gigantes también, pero... ¿Por qué se siente así? La respuesta es sencilla. Insisto en que no es un anime de mechas (no lo es en concepto), y lo es menos cada capítulo que pasa, para desgracia de nuestro compañero. ¿Que por qué?

Un poquito de fan-service, que aquí mimamos al personal. xoxo.
A medida que progresa la serie vemos como el enfoque cambia, cada vez la acción es más secundaria, hay secuencias largas, lentas y sobrias, y el protagonismo recae en otros aspectos.

Como los personajes. Madre mía, de aquí se puede decir tanto que me voy a quedar corto seguro. Shinji Ikari, el gran protagonista de la serie. Shinji comienza siendo un chaval acomplejado, con miedo de todo, un inepto social (Como los redactores de esta casa, más o menos). No tiene madre, y su padre pasa de su culo olímpicamente, otro obstáculo más en la ya pobre adolescencia del muchacho. Por extensión, no sorprende a nadie que cuando su progenitor (Gendö Ikari) prácticamente lo fuerza a pilotar el arma de combate definitiva (casi nada) con la cual no tiene experiencia alguna y que además tiene como fin salvar al mundo (¿Quién dijo presión?) lo primero que pase por la cabeza de nuestro protagonista es NO.

Podría detenerme y hablar en profundidad acerca de absolutamente todos los personajes (Desde Rei hasta Asuka, pasando por papá Ikari y, si me fuerzas, la madre de Shinji), pero me voy a centrar nada más en el joven Ikari.

Shinji es la introspección en su estado más puro. Es un personaje que a bote pronto no cae bien, no empatiza y no se hace querer, pero hay que entenderlo. Hay que entenderlo, porque no es más que el fruto de un desarrollo difícil, sin alguien a quien admirar, a quien seguir. Nada, solo. El perfil psicológico de Ikari no es otro que el de un erizo que no sabe cómo acercarse a las personas. La gente le hace daño y él le hace daño a la gente, porque no es consciente de que las relaciones duelen, el mundo no es fácil. Pero eso no se lo ha enseñado nadie. ¿Es débil? Sí, pero ¿acaso no lo seríamos todos en su situación? Esta es la parte fácil de la mente de Shinji, pero ¿qué pasa cuando el peso del mundo cae sobre nuestros hombros cuando ni siquiera sabemos para qué servimos? Degradación. Cuando le empiezan a ir bien las cosas, vuelven a torcerse. Cuando parece que por fin logra avances en cuanto a su comprensión del mundo y los seres que lo habitan, se confunde más todavía. Y, cuando se inmiscuye el amor (y la sexualidad), el corazón de nuestro protagonista queda más atrofiado si cabe. Todo esto y mucho más (y más profundamente) es tratado en Evangelion, de hecho, los últimos capítulos no son más que una especie de materialización de la mente de Shinji, un ensayo artístico de su cerebro, que además preceden al excelente final distribuido en las dos OVA's Death&Rebirth y The End of Evangelion (Izanagi las tenga en su gloria).

Evangelion ante todo es intimista y humano, y el interior de cada persona es un secreto para el resto del mundo, no somos más que cárceles conscientes y es eso lo que se estudia mientras dura la obra.

Ay, Shinji, ¿Qué voy a hacer contigo?
Sé que me dejo cosas. Podría centrarme en la exquisita animación o en la cuidada banda sonora. Podría detenerme de nuevo y hablar de NERV, SEELE, de los EVA's y los Ángeles y de algunos personajes principales y secundarios, pero es que no acabaría nunca, porque nada en Evangelion está hecho a la ligera, todo tiene su significado.

Y es que si es algo, es único. No te va a gustar si lo que buscas es un anime ligero de explosiones, robots gigantes y tópicos, es denso, enrevesado y funciona mejor como terapia que como entretenimiento, esto es arte. Es un punto y aparte para el mundo del anime, trasciende el concepto de serie de TV. No puedo hacer más que deshacerme en elogios, es mi favorito, mi niño mimado, pero es que se lo gana a pulso. 






2 comentarios:

  1. Cualquier intento de comprender la mente de Shinji hace que me replantee seriamente el suicidio xD

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  2. Buena nota!! A mi ma pareció que en un intento de pincelar el célebre final de "Evangelion" de extremo simbolismo, la historia se volvió más enredada de lo humanamente aceptable. Sin embargo, la música, lo visual y el desarrollo de personajes están muy bien logrados. Hay grandes momentos cierran uno de los grandes pilares del animé.

    Te invito a mi propia crítica de la película, para que me comentes qué pensás:

    https://www.facebook.com/photo.php?fbid=547710112003256&set=a.378619142245688.1073741827.299568470150756&type=1&relevant_count=1

    ¡Saludos!

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