sábado, 29 de septiembre de 2012

¿Por qué no te trago, Naruto?


Ésto más que una crítica es un artículo de opinión, no voy a poner nota y voy a hablar desde la subjetividad más radical, y es que a mí Naruto me parece un mierdón. Y me refiero a la obra en general, no solo al personaje. Me explico. A mí me gusta lo que me gusta, me gustan las cosas serias, con contenido y profundidad, me gustan las cosas hechas con mimo. Es por eso que no soporto Call of Duty, no soporto a Michael Bay y, desde luego, la cosa no iba a ser distinta con las aventuras del butanero. Naruto es, a mi modo de verlo, una de las mayores cagadas del manga y el anime moderno.

Por partes. Me gustaría empezar con el concepto general en el que se basa la obra, ese gran cliché. La premisa de Naruto es tan básica, tan tópica, tan mediocre que no entiendo cómo sigue funcionando. Y es que, esencialmente, te va a contar la misma puta historia que te cuenta el resto de animes del estilo: El prota es bueno, el prota se hace fuerte, el prota gana a los malos. Y eso es así, no hay más.

Que sí, que vale, que habrá gente a quien le mole y Naruto en ningún momento ha dicho que ofrezca algo más, pero joder, ¿no se cansa la peña de leer lo mismo una y otra vez? A lo mejor es que yo soy un sibarita, pero Dragon Ball ofrecía algo idéntico y yo ya tuve ración más que suficiente de justicieros naranjas como para volver a escuchar el mismo cuento.

Qué asquito das, cabrón.
Y luego están los personajes, que más de mercadillo salchichero no pueden ser. Para empezar, ese ser anodino que tiene el papel de protagonista... ¿de qué va? En serio, ¿dónde está su personalidad? Naruto es el típico prota torpe, por el que nadie apuesta un duro y que lentamente progresa, se hace el puto amo y le rompe el culo al villano de turno, "¡HOLA GOKU!" que dirían algunos. También está su amiguito Sasuke, personaje totalmente rompedor que, atento, ¡es el malote del grupo! Sí, el que va de oscurete, de solitario, de antihéroe, que monopoliza los nicks de foreros weeboos que plagan Internet. Y ojo, que luego se vuelve más malo aún. Y todo esto empieza porque su familia fue asesinada, ¡toma trasfondo manoseado! ¡Tú sí que controlas, Masashi Kishimoto!, ¿Norio Nanjo? ¡Ese no sirve pa nah! En fin...

Lo peor es que la cosa es así con todos, no te creas. Tienes a la buena de Sakura, que es la amiga gritona y marimacho del grupito y que, como todos esperamos, no para de meterse con el pobre Narutito. También está Jiraiya, el viejales guay; Tsunade, la buenorra tetona y el selecto grupo de secundarios que conforman un plantel de personajes construidos usando los tópicos más manidos del género. Desde aquí le mandamos un fuerte abrazo especial a Hinata, a ver si supera ese complejo de niña reservada que tiene el, no sé, ¿80% de personajes femeninos del mundo del anime?

Además hay algo que me toca más la moral que los personajes: la duración. Su puta duración. No es que insinúe que es un manga malo por ser largo, pero... señor Masashi, ¿qué es tan difícil de contar para necesitar más de 61 tomos?, ¿qué pretende? Es innecesario todo esto que está usted haciendo, está alargando un chicle que hace tiempo debió haberse tirado a la basura. Pare, en serio, pare ya. Está prostituyendo su marca, hágame caso.

Pero algo bueno tendrá si gusta a tanta gente, ¿no? No sé, con Lady Gaga me cuestiono lo mismo y yo no la toco ni con un palo. Personalmente creo que el éxito de la serie radica en ofrecer lo que el público más casual quiere: no pensar mucho, ver muchas hostias y comprar muchos muñequitos.

Y ya, no hace falta que veas más. En serio, es suficiente.

El problema está en el enfoque. Naruto es un manga insustancial, ya lo sabemos, pero insisto en que da lo que promete: peleas y "superación personal". Y sí, no engaña a nadie en este asunto. Pero coño, es injusto. Quiero decir, allegados o no al mundillo, TODOS saben qué es Naruto, y me da rabia que se haya convertido en un icono de una cultura que es más que simples aventuras de ninjas y villanos, porque el manga tiene mejores obras (y esto sí que es indiscutible) que ni de lejos tienen tanto éxito como las andanzas del ninja butanero de los cojones y que sí deben ser recompensadas. Naruto no es de éstas, tiene un legado que no merece.

Haciendo un símil, Naruto es al manga lo que los Jonas Brothers es a la música: Una experiencia sencilla, de consumo rápido para gente que se conforma con poco. Porque sí, porque no hay más, porque está vacío. Es un puto Blockbuster. Reconozco que a lo mejor yo estoy grande para este tipo de cosas, que a lo mejor no son para mí, vale, pero ésto es lo que hay.

No te imaginas lo bien que refleja esta foto el espíritu de la obra...

Pero oye, destacaría los endings. ¿Que si me gustan? En absoluto, pero indican que el capítulo, por fin, se acaba.

En definitiva, Naruto es genérico, está lleno de tópicos, es una obra plana, un vende motos. Naruto es una herramienta comercial muy bestia, no es más que un producto. A mí a estas alturas no me lo van a colar, pero allá cada uno con sus gustos...

4 comentarios:

  1. Hay algunos capítulos más o menos decentes, pero la gran mayoría de ellos son increíblemente aburridos

    ResponderEliminar
  2. Me acuerdo que me empecé el anime hace unos años... Estaba entretenida, pero cuando empezó el relleno lo dejé definitivamente. Seguramente le quede poco al manga, la gente debe estar hasta los cojones ya en Japón xDD

    ResponderEliminar
  3. Concuerdo absolutamente....yo no pase ni del capitulo 10 con esto...

    ResponderEliminar